jueves, 23 de abril de 2015

Orgullo de Manager


Me apetece escribir esto, camino al bolo de Budapest, tras hacerme el primer tramo del viaje (3 horas) con la furgoneta, faltando a mi decisión de no cogerla más.
Ya son unos cuántos días, unos cuántos bolos, unas cuantas ostias y unas pocas alegrías junto a Ciconia. Aun recuerdo cuando en octubre Jorge se puso en contacto conmigo interesado en saber qué hacíamos y como lo hacíamos. Hoy es de lejos la banda más puntera de On Fire (por méritos propios al 100% ya que el trabajo que realizamos nosotros es el mismo para unos que para otros)

Este cúmulo de sensaciones, recuerdos, momentos tensos y trágicos en la gira, creo que nos han unido más, al menos a mí con ellos (tampoco les he preguntado si me quieren más, visto lo visto) pero ciertamente creo que he traspasado con ellos eso de “Manager – Banda” Estamos en un momento en el que aunque seguramente no me consideren el 5º Ciconia, yo si me siento así.
Os voy a describir un poco por encima a la banda.

He de reconocer, que hoy por hoy, Aleix me está sorprendiendo cada día que pasa. Creo que es la mejor persona que he conocido nunca. Es difícil de explicar, pero realmente lo pienso. En las decisiones su opinión siempre suena la más sensata, la de mayor peso y carácter solidario. Come todo lo que le ofreces, hace ejercicios ninjas por las mañanas y es un cachondo mental

Javier es la persona más happy del mundo de la piruleta; siempre está haciendo el idiota y mostrándose cariñoso al extremo. Es imprescindible tener a alguien así en la furgoneta, y más para los momentos tan complicados que estamos viviendo. Es un sectario de Apple y a veces es muy pesado con ello, pero realmente se hace de querer.

Luis es el niño, el loco y al que hay que enseñarle un poco lo que es la vida. Me gusta hacer de padre de él, aunque a él no le guste. Le reñimos constantemente, pero también sabe que lo hacemos con cariño. Me parece, de lejos, el que mejor se mueve en el escenario de la banda. Este viaje nos ha tenido más de un día con el corazón en vilo, se tropieza con la raya de un lápiz, se mueve cual espantapájaros y se asusta al extremo siempre que se le despierta.

Luego está Jorge, un tío con un carácter muy fuerte (como el mío) un orgullo bastante estricto y un trato a las personas, a veces, mandón y desagradable (en cierto modo me he visto reflejado en él bastantes momentos en esta  gira). Eso es lo que algunos pueden ver a primera vista de él. Yo, he aprendido a ver mucho más. Es la persona más luchadora que he visto jamás, lo arriesga todo por lo que cree, no decae en ningún momento (aunque la situación dejara k.o. a cualquier otra persona) Las cosas no están saliendo bien y él sigue luchando por cumplir su parte. Yo no quería ir a Bucarest y el insistía en que Ciconia debía cumplir el contrato y pasara lo que pasara, ir a tocar a todos los sitios que estaban planeados. Tiene un corazón muy grande, casi tan grande como el de Aleix, y aunque sé que cuándo tenga la oportunidad me va a dar la patada (pues es una banda que aspira a lo más alto y ello conlleva aprovechar poder estar con las grandes discográficas europeas) Sueño con que ese día no llegue nunca, y podamos alcanzar el sueño que es Ciconia, juntos. La banda, en estos momentos, me parece tan mía como suya. Sufro como ellos, vivo como ellos y cada bolo que montamos sé que no tienen techo. De hecho, cuándo dicen de hacerse una foto para subirla a face, y salen “solo” los cuatro, me da algo de tristeza. Soy un romántico.
 

Ojala y ellos lo vean igual que yo.

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