miércoles, 29 de abril de 2015


GERMANY. El “sueño” europeo. (Segunda parte. La Peor)

Erfurt. Grabación del directo.

Amanecemos en Múnich, y como bien nos había prometido Matías, nos encontramos con un desayuno espectacular. Había de todo: bollos, tostadas, embutido de todo tipo, zumo, café… Lo que viene siendo un buffet libre de hotel.

Nos dio hasta pena despedirnos de él. Lo hicimos con un abrazo, y hasta con él nos demostró que era un tipo increíble. Como le dije Aleix “encima nos abraza con amor”. Si lees esto Matías, infinitas gracias por tu acogida.

Volvemos a la realidad, hoy es lunes… muy mal día para tocar en un país del primer mundo, y lo hacemos en uno de poquísimos habitantes. Por mucha Alemania que fuese, teníamos el miedo (y el frío que empezaba a hacer) en el cuerpo. Además tocábamos solos.

Llegamos entre lluvia y viento. Y para variar, comemos en un kebab. Después uso multitudinario de aseo en una tienda de muebles y compra de comida en un supermercado hiper barato que había junto a la sala (como el resto de las cosas)

Nos toca esperar un poco en la furgoneta, hasta que nos abren y se nos hace el culo agua. Lo que fuera parecía un bareto cutre, albergaba dentro una sala increíble. Conforme la vimos dijimos “esto hay que grabarlo”. Nos costó bastante lograr un sonido de calidad (por mucha apariencia que tuviera) pero es que visualmente era increíble aquello.

Volviendo a hablar del carácter alemán… salvando al bueno de Matías, sigo pensando que no me gusta en absoluto. Para empezar, en la sala, no nos querían dar la clave de la wifi (como si se la fuésemos a robar), no hablaban con nosotros, nos hicieron de cenar allí mismo (un par de sándwich por cabeza con huevos fritos, jamón ahumado, confitura de pimiento rojo…) pero ni siquiera nos dijeron “aquí tenéis chicos”. Dejaron la cena en la mesa y nos sentamos al verla puesta.
 

Llega la hora de apertura de puertas y comienza a entrar algo de gente. Más que en otras fechas pero muy por debajo de lo vivido los dos últimos días en Markneukirchen y Múnich. Como decía antes, lunes y ciudad pequeña. Tampoco era de extrañar (aunque algo hubiese mejorado si algún cartel se hubiera puesto por la ciudad). Aun así, con el público suficiente para disfrutar de la sala, nos disponemos a grabar la actuación. Colocamos fijamente el iphone 6 de Javi delante de la mesa (en el centro, más o menos, de la sala) y yo a grabar primeros planos con mi lumia.

Un bolo sin pena ni gloria, de los que te ayudan a seguir adelante, pero que tampoco te terminan de dejar el buen sabor de boca. Qué fácil es acostumbrarse a lo bueno.
 
 

 

Wuppertal. La peor organización de todas.

Anoche dormimos en la propia sala de Erfurt (From Hell), que tenía en la zona superior unas habitaciones con camas bastante cómodas. Nos dividimos en dos habitaciones y tras pasar un frío del copón, al despertar, recogemos y vamos al hall de la sala. Allí, un desayuno increíble de nuevo. Creo que me voy a hacer adicto a los bollos glaseados rellenos de confitura de fresa.

Como en tantos otros bolos (en el de esta noche también) el dueño de la sala nos dice que flipa con la música de Ciconia, y que de haber organizado todo mucho mejor, hubiésemos tenido una afluencia espectacular. La historia del pan nuestro de cada día.

 


Sin tiempo para estar moneando, nos dirigimos a Wuppertal, última fecha en Alemania, puesto que se modificó la fecha de Essen de mañana, por Maastricht. Tocábamos en la sala Underground, que no nos costó nada encontrar. Esta noche seríamos Ciconia + 3 bandas locales. Mejor dicho “bandas locales” puesto ninguna de las bandas lo era en verdad.

Lo más característico de la ciudad es que el “metro” era aéreo (colgado por arriba, por unos andamios enormes por toda la ciudad) Las estaciones parecían paradas futuristas, a modo de naves espaciales. La verdad, que parecía que habíamos dado un salto temporal de película. Muy bonita la ciudad, al menos lo que vimos (el casco antiguo).

La sala estaba junto a un teatro y un centro comercial con cines, a 10 minutos andando del centro.

Aparte de que no había ninguna banda local en el cartel (con lo que sabemos todos lo que supone eso), volvemos a quedarnos sin cena, una vez más, y decidimos ir a otro Burguer para cenar algo caliente (pues hacía un frio del copón) y pillar wifi una vez más. Hoy Jorge ya ha explotado y ha mandado a tomar por culo a Nick… veremos lo que nos depara las últimas cuatro fechas.

Aun así, como siempre, profesionales todo el tour, montamos, nos curramos el sonido (casi dos horas) y ayudamos a los teloneros en lo que hiciese falta. Al principio me quedo yo de regidor (pues los horarios iban justos y ya empezaban a haber retrasos importantes) hasta que recuperamos tiempo y pueden continuar los últimos dos conciertos sin problemas. Ciconia tocó último.
 
 


La asistencia, la peor del paso por Alemania. Pero estaba bastante claro. ¿He dicho ya que no había ninguna banda local? A eso hay que añadir la monserga de todos los días: cero carteles, cero promoción, “sois la ostia chicos, ¿por qué estáis con ese tío (Nick)?”, esto con tiempo hubiese funcionado mucho mejor, ¿por qué no tocáis con banda local?... y un largo etcétera que nos lleva a la conclusión de siempre y a los quebraderos de cabeza de todas las noches. Hoy descubrimos que, aparte de Nick ser serbio y vivir en Turquía, tiene dada de alta Prog Sphere en Suecia… Un combazo del timo.

Menos mal que la fuerza de llamamiento y el apoyo de las bandas que están tocando con nosotros en las distintas ciudades, consiguen mover el concierto, a veces dejándonos flipados con algunas fechas.

Hoy nos dan una dirección y un teléfono al que llamar cuándo lleguemos, para dormir… a 80 km. de la sala. Conduzco yo y al llegar las vemos bastante putas para encontrar el lugar. Llamamos, logramos localizarlo y descubrimos que es una especie de locales, recinto festivalero, casas okupas… Todo muy raro. Hacía un frío que ni en Siberia, y teníamos que dormir en el suelo… Cenamos de nuevo, unas salchichas que habían comprado para nosotros, y nos tomamos la última antes de morir congelados.

 

 

 

ALEMANIA. El “sueño” europeo. (Primera parte. La Mejor)


ALEMANIA. El “sueño” europeo. (Primera parte. La Mejor)

Estamos dirigiéndonos a Maastricht (Holanda), tras haber pasado una noche más, tirados donde nos acogieran. Pero no todo empezó así.

Markneukirchen. Warwick Music Hall

Nos despertamos en Kromeriz, con la espalda tan ricamente (como comenté en el anterior post) Cogemos carretera por décimo tercer día consecutivo. La verdad es que se empieza a notar el cansancio exponencial de una gira de estas características, ya no dormimos apenas (el cansancio y el dolor de cuerpo no dejan conciliar el sueño), se conduce con más silencio, y se descarga, monta, y carga con mucho menos ímpetu.

Markneukirchen es una de esas ciudades alemanas que se encuentran en medio de una sierra, y para entrar o salir de la ciudad, te toca tragarte un buen tramo de curvas, cuestas y vistas modo: “al filo de lo imposible”. Warwick, para quién no lo conozca, es una fábrica de guitarras y bajos (que últimamente también están trabajando amplificadores) famosa en todo el mundo. Markneukirchen además, es una ciudad de lutieres de fama mundial. Estábamos deseando llegar y ver el ambiente que se respiraba en la ciudad.


Como la gran mayoría de ciudades, al llegar buscamos donde comer, pero parece jodidamente imposible hacerlo en un establecimiento que no sea kebab. Tras mucho andar, no queda más remedio que comernos uno (así de gordo me estoy poniendo) Tras el kebab y el posterior café en una pastelería cercana a dónde habíamos aparcado la furgoneta, vamos a la sala.

No hay nada como llegar a la sala, y te digan: “ahí tenéis todo ese backline, utilizar el que deseéis” Sin contar que había una estantería brutal llena de guitarras, bajos, sintetizadores… para utilizar sin problema alguno. Sencillamente un pasote. A eso le añades que te dice el manager de la sala “podéis ir al hotel a por las llaves de las habitaciones para instalaros ya” después de estar 3 días sin poder ducharnos, y solo quieres ponerte a llorar de emoción.

Mientras los chicos se disponen a montar el escenario a su gusto, Antonia (prima de Jorge, que viene como chica del merchandising) y yo nos vamos al hotel, que está a 15 minutos de la ciudad, para hacer el check-in y aprovechar para pegarme una ducha del “copón”. Me supo a gloria.

Las habitaciones eran de infarto, super cuidadas y como ya he dicho, después de varias noches durmiendo en suelos de piso con bastante mierda alrededor, eran un sueño.
 

Volvemos a la sala, todo dispuesto. Esta noche tocamos con una banda alemana metalera, con voz de chico gutural y voz de chica limpia. La banda era bastante sosa, y el carácter alemán nativo no me terminó de convencer. Esta noche comenzó el show Ciconia.

Y llega el momentazo de la noche. Estamos hablando macarradas en castellano y de repente oímos que dice la camarera de la sala (que acababa de llegar) “¡¡¡españoles!!!” Que ilusión nos hizo a todos. La chica nos dijo aparte de ser casi paisana mía (era de Guadalajara) que éramos la primera banda española en pisar ese escenario, al menos desde septiembre, que era el tiempo que llevaba allí.


Todo esto eran buenas señales, sin lugar a duda, y se materializaron en un éxito espectacular. La sala a reventar y con una venta de merchandising apoteósica. El sueño alemán del que tanto hablaba Jorge, parecía ser realidad.

Luego cerveceo con la guadalajareña y con el técnico de sonido de la sala (un polaco hiper gracioso) antes de irnos a dormir al hotelazo.

Sin lugar a duda, cuándo las cosas salen así de bien, es una gozada ser músico.
 
 

Múnich. Jorge Técnico Rules. Garage Rock Club

Sin lugar a duda era la fecha más esperada de la gira. La ciudad más grande de Alemania (dentro de nuestro tour) y con la experiencia de anoche en Markneukirchen. Teníamos todos ganas de volver a petarlo, y más aún en esa ciudad.

Llegamos a la sala y vuelven los fantasmas de Prog Sphere… El equipo de la sala hecho polvo, y ya no solo eso, sino que además, sin montar. Las bandas teloneras (esta noche tocábamos con dos bandas más) no iban a tener técnico y el escenario era imposible de ocupar con tanto backline.


Con nosotros, ha viajado Jorge Casasús, un técnico de sonido espectacular (que ha sonorizado a gente como Jarabe de Palo, Rosana…) y que por lo que llevamos vivido (está siendo mi acompañante de cama habitual, jajaja) un tío la mar de cojonudo. Durante toda la gira, toque donde toque Ciconia, está sacando un sonido brutal. Hoy, en Munich se echó a los hombros toda la responsabilidad e hizo de técnico de todos los bolos, y se puso (y yo junto a él) a cablear monitores, comprobar envíos, intentar arreglar la P.A. de alguna manera para que este bolo tan importante se pudiese realizar.
 
 

Lo logró. Se pegó la paliza del siglo, pero lo logró. Sin lugar a duda lo de hoy me ha hecho ver que tenemos en la furgoneta al mejor técnico de sonido que podríamos tener. Como dice Aleix: “equipazo”.

Pero antes de todo ello, un poco de lo de siempre: búsqueda de wifi (hasta que legamos al camerino de la sala), trabajo con el pc aprovechando que el wifi estaba yendo bien, ir a por cervezas y algo de cenar ya que la sala no nos cedía ni bebidas ni cena (otra cagada más del anormal de Nick) Y aquí viene la gran sorpresa… salgo de comprar 21 hamburguesas de 1€ del Burguer y me cruzo con Mónica (y una amiga). Mónica es una amiga de Aleix (y de la banda) de Valladolid, que había venido a darles una sorpresa a Munich aprovechando que una amiga suya había dado a luz, y así mataba dos pájaros de un tiro. Yo me quedé muerto al verla, pero deberíais ver la cara de Aleix, cuándo volvemos a la sala y le digo que “por favor, ven y abre la puerta lateral de la furgoneta, que no sé qué le pasa, pero no puedo abrirla yo” y al abrirla ve a Mónica y Margarita en la furgoneta…

Se suceden los conciertos y, cuándo sube Ciconia, la sala tiene la mayoría del aforo cubierto. Tema a tema vuelvo a sentir esa comunión que sentí en Kromeriz entre el público y banda. Antonia vuelve a pasarlas putas con tanta venta de merchandising (así da gusto) y una noche más cumplida de cara a la consolidación de Ciconia en Europa.
 
 

Lo de después, pues la juerga más bizarra de la que he sido partícipe. Dormimos todos en casa de un guitarra local (Matías, de Etox) y en cuánto soltamos los sacos de dormir sobre unas camas que teníamos preparadas, nos vamos en busca de cervezaca alemana. Ahora viene lo bizarro… terminamos (porque no había nada más abierto, un domingo a las 00.30, en Múnich) en un bar en el que solo hay viejetes y viejetas bailando y ligando unos con otros. La media  del garito, antes de entrar nosotros, estaría en los 70 años de edad.

Escuchamos temazos “disco”, sentados con una pinta de cerveza cada uno (cada uno de un sabor diferente) Aleix, Jorge Técnico, Jorge Ciconia, Luis, Monica, Margarita y yo, junto a Matías y un colega suyo. Nos tomamos tres rondas, porque no nos dejaron pagar antes ninguna, y el momento climax fue cuando pusieron “Entre dos tierras” de Heroes del Silencio y nos dejamos la voz todos cantándola. Es increíble lo españoles que somos fuera de España.

Salimos a las 02.30 del garito, y nos vamos a dormir, que ya toca.

Al día siguiente, nos esperaría un desayuno de reyes, pues Matías nos dijo, antes de dormir, que nos haría un buen desayuno para compensar lo mal que estaba trabajando Nick con Ciconia. Como solemos decir, el karma.

 

domingo, 26 de abril de 2015

Eslovaquia y República Checa. Acumulando buena racha.


Eslovaquia y República Checa. Acumulando buena racha.

BRATISLAVA

Tras el éxito en Budapest, nos despertamos a las 06.30 para salir del “alojamiento” y marchar hacia Bratislava (Eslovaquia) pero antes, como viene siendo el ritual, buscamos un lugar donde desayunar. Es increíble lo que pasa en Europa del Este en la hostelería… andamos, andamos y andamos sin encontrar una cafetería. Al final, hasta los huevos, cogemos la furgoneta y paramos en la primera estación de servicio que nos encontramos.

Viaje corto, sobre todo teniendo en cuenta lo que llevamos ya a la espalda (más de 5.000 kilómetros) Pero “accidentado”. A 30 minutos de Bratislava nos adelanta la policía y nos hace meternos en un área de descanso. Allí nos bajan y piden los pasaportes (para variar) y registran alguna que otra mochila. Mientras se llevan a Javi (conducía en ese momento) para multarnos por no llevar la viñeta correspondiente (la teníamos para un vehículo G2 y resulta que era un G1… otra lección aprendida), llega otro estamento policial a hacernos un doble control. Esto parecía una peli de los Monty Python

Llegamos a Bratislava con tiempo suficiente como para descargar y montar antes de comer e irnos a hacer algo de turismo. Hoy ha sido el mejor día… el mejor (la primera vez que podemos hacer turismo como Dio manda) Cabe destacar, que la sala tenía la fachada totalmente ilustrada con los Simpsons. Bratislava, salvando el centro más céntrico, nos desilusionó bastante.

Nos vamos andurreando por toda la ciudad y tras cervecear un poco y comer algo de fast food nos apalancamos en el McDonald para aprovisionarnos, como es de costumbre, de su wifi. Llegada la hora volvemos a la sala para comenzar a probar. Una vez allí llega la banda local, presidida por un cachitas que lucía una camiseta de Barbie y al parecer tocaba la batería (y que al comenzar el bolo se queda completamente en calzoncillos luciendo “figura”…)
 

Durante la prueba aprovecho para ducharme en el alojamiento de hoy. Cada vez son más lujosos los resort. En esta ocasión nos hospedan en un almacén de un restaurante japonés (Sushi Time) provisto con 3 camas dobles y una individual (luego dormiría junto a Luis, que junto a Jorge Técnico, son mis compis habituales de sueño) No nos cercioramos bien de la mierda que tenían hasta la mañana siguiente. “Mu rico”.

El bolo cojonudo, buen ambiente, público entregado y aunque no se vendió el merchandising que nos hubiese gustado, terminamos la noche con la alegría de ver que en Bucarest habíamos pasado el punto de inflexión por completo. Tanto que, tras el bolo, nos tomamos un par de pintas en un garito cercano a la sala. El garito era espectacular: restaurante, pubs de varios ambientes, sala de concierto (pregunté y eran 350€ de alquiler… el paraíso ese de que en Europa no se paga sala… ejem…)

Respecto a la organización… sigue brillando por su ausencia. Pasamos de no tener que pagar sala a que nos pidan 50€ de sala y 10€ por el hospedaje… Después de todo, se solucionó sin problemas, pero por nosotros, no por quién lo tenía que haber solucionado.

 


KROMERIZ

Movimiento al país vecino (y antiguo país común)

Cuándo tocamos en Austria, le dije a mi hermana que tocábamos en Kromeriz (me equivoqué) y me mandó la imagen de unos jardines que había preciosos. Al descubrir que Kromeriz era el bolo de Chequia, vi la iluminación.

Busco la dirección de los jardines en google, se la digo a Jorge Técnico (quién está poniendo el gps de la gira) y les decimos a los demás que vamos a la sala directos [ya que veíamos venir que nos iba a tocar perder el tiempo en la puerta de la sala como la mayoría de las fechas]

Al llegar se ponen a buscar la sala y les confieso que antes nos vamos de turismo (a lo que tiene que llegar uno)

Hacemos turismo del bueno, del de andar, catedral, jardines… etc Y buscamos donde comer. Recordaba que Praga era baratísimo (cuando estuve hará unos años) pero descubro que ha de ser toda la República Checa. Menús a 49 coronas (menos de 2€) Pintas de cerveza a 20 coronas. Que ganas tengo de volver a disfrutar de mi ciudad favorita (Praha) y de sus precios.

Al final comemos en un restaurante con subterráneo, que parecía sacado de la típica película de Steven Seagal, cuándo va al restaurante donde se reúne la mafia italojaponesa del lugar. No hay nadie, comemos solos y pedimos al azar pues allí no sabía inglés ni dios. En mi vida he de confesar que siempre que pido a ciegas, la cago, y esta vez no iba a ser menos. De primero me pido un consomé con champiñones (odio los champiñones, setas…) y logro que, una vez servido, me cambie el tazón Jorge (técnico) por una sopa de fideos y perejil. De segundo macarrones (hasta la polla de tanta pasta ya) con espinacas ¬¬ Las espinacas me gustan, pero solas, no en la pasta. El resultado es que me dejé la mitad del plato. A eso se le puede añadir que pido agua y me la traen con gas (en Europa al parecer no existe el agua mineral sin gas) Salí con la misma o más hambre de la que tenía al entrar.

Como es una ciudad pequeña, decidimos investigar el paradero de la sala, andando. Y tras menos de 1 km. lo encontramos. Sacado por completo de una película rollo “Matanza de Texas” “Pesadilla en Elm-Street” rezamos porque no sea allí donde tocamos. Se ve que cuándo un ateo reza, no se le escucha.

La sala (por llamarla de alguna manera) era el típico bar de viejos, pero con un cuarto “especial” para realizar conciertos. El lugar estaba adornado por un bebé colgado del techo, lleno de clavos (a lo hellraiser) un rincón rollo Alien/Predator, lámparas hechas con huesos de animales (espero)… La PA son 2 monitores…

Llegan los chavales que sonorizaban el bolo, nos daban el alojamiento y la cena. Mientras tanto esperamos que vuelvan Javi y Luis de recoger la furgoneta para comenzar a montar. Tardan tanto que decidimos ir a ver si se han perdido, y antes de cruzar la esquina, nos los cruzamos con una multa recién pagada (de 7€ eso sí) por un cepo que nos habían llegado a poner en la furgo.

No dábamos un duro por la fecha, la verdad. Al final, como venía siendo las últimas fechas, lo petaron. El cutre-garito se llenó de gente. El primer bolo donde veía al público cerrar los ojos literalmente y dejarse llevar con el sonido que Ciconia les hacía llegar. Fue increíble poder ver la comunión entre público y banda.

Venta de merchandising aceptable y tras estar hasta las tantas tomando cerveza nos llevan al hospedaje (una casa más que visitar) dónde dormimos literalmente en el suelo. Al menos madrugué con la espalda fina fina.

 

 

jueves, 23 de abril de 2015

Budapest. Comienza la remontada


Budapest. Comienza la remontada


Madrugón del copón. Tenemos por delante 14 horas. Cruzamos los Cárpatos, pasamos cerca de Transylvania y llegamos a Budapest.

Es curioso el paisaje de Rumanía. Lo mismo nos encontrábamos con lagos infinitos, ríos caudalosos cortando grandes montañas, bosques enormes o llanuras interminables. Ya sé que al fin y al cabo estamos cruzando todo un país, pero no deja de sorprenderte tanta variedad paisajística.

En cuánto el paso por pueblos, si que todos tienen el mismo corte. Ya no en Rumanía, si no en los últimos cuatro días. Pueblos en torno a una carretera. Nada de calles o avenidas. Carretera y casitas remarcándola.

En entradas anteriores me invadió cierto negativismo (creo que comprensiblemente) y olvidé momentos bastante graciosos como mi “cuándo dices blues es lo mismo que metal” (yo me entiendo) o cuándo Javi en Subotica me pide que le cambie las pilas y entiendo que le tengo que poner las que me da (que estaban a punto de gastar) y se las ponemos con toda la suerte de durarle el resto de concierto y preguntarme “¿de dónde has sacado esas pilas nuevas?” y decirle “me las has dado tú”, jajajajaja… joder que momentazo. También tenemos alguna frase mítica más como “¿en Rumanía somos los españoles los que robamos?” o momentos tochísimos de tráfico en los que tenemos una ristra de más de 50 camiones apostados en un carril y tienes que sobrevivir yendo por el carril contrario.

Volvamos a lo que nos concierne. Budapest. Tengo mogollón de ganas de volver pues lo poco que vimos me encantó. La sala está en todo el centro de la ciudad (bien bien) y dentro de una especie de galería comercial (esto ya eran señales de lo que iba a pasar)

Aunque llegamos tarde, logran probar 15 minutos. El backline lo tenemos casi todo puesto por los teloneros. En esta fecha me toca hacer un poco de técnico visual de la banda. Sencillamente aprovechamos mi portátil para proyectar cosas de fondo, cosa que me entretuvo bastante más de lo normal.

 

Preguntamos si hay cena… y nos comentan que después del bolo, aunque no tenían ni idea de ello por parte de Nick, no hay problema en comprarnos un par de pizzas a la salida de la sala. Aprovechamos un poco la retransmisión, en una sala paralela, del Real Madrid – Atlético de Madrid; sobretodo Jorge (técnico) y yo, que somos culés y esta noche colchoneros. [Después de todo ganó el Madrid]

Comienza el bolo y empieza a entrar peña, y más peña y al fin logramos alcanzar un bolo petado de gente pagando entrada y haciéndose con merchandising de Ciconia, pues estaba flipadísimos con la banda. Hoy era el alzamiento del ave fénix y nos recarga las pilas de una manera espectacular.

La sala G3 gratis, recaudación cojonuda, cena y alojamiento. Sin lugar a duda uno de los días más productivos, tanto para la banda como para On Fire de cara a su internacionalización.
 

Terminamos el bolo, nos vamos a por las pizzas (otros preferimos kebab) y nos vamos a dormir. Todo no podía ser perfecto. Dormimos en casa de la cantante y su novio, de una de las bandas teloneras, tirados en colchones en el suelo y nos dice que a las 07.00 tenemos que salir de allí pues se tiene que ir. ¿Dormir? Eso es para los ricos, aunque cierto es que si todos los bolos se dan como el de esta noche, a mí no me importaría tener que levantarme a esa hora siempre.
 
 

Orgullo de Manager


Me apetece escribir esto, camino al bolo de Budapest, tras hacerme el primer tramo del viaje (3 horas) con la furgoneta, faltando a mi decisión de no cogerla más.
Ya son unos cuántos días, unos cuántos bolos, unas cuantas ostias y unas pocas alegrías junto a Ciconia. Aun recuerdo cuando en octubre Jorge se puso en contacto conmigo interesado en saber qué hacíamos y como lo hacíamos. Hoy es de lejos la banda más puntera de On Fire (por méritos propios al 100% ya que el trabajo que realizamos nosotros es el mismo para unos que para otros)

Este cúmulo de sensaciones, recuerdos, momentos tensos y trágicos en la gira, creo que nos han unido más, al menos a mí con ellos (tampoco les he preguntado si me quieren más, visto lo visto) pero ciertamente creo que he traspasado con ellos eso de “Manager – Banda” Estamos en un momento en el que aunque seguramente no me consideren el 5º Ciconia, yo si me siento así.
Os voy a describir un poco por encima a la banda.

He de reconocer, que hoy por hoy, Aleix me está sorprendiendo cada día que pasa. Creo que es la mejor persona que he conocido nunca. Es difícil de explicar, pero realmente lo pienso. En las decisiones su opinión siempre suena la más sensata, la de mayor peso y carácter solidario. Come todo lo que le ofreces, hace ejercicios ninjas por las mañanas y es un cachondo mental

Javier es la persona más happy del mundo de la piruleta; siempre está haciendo el idiota y mostrándose cariñoso al extremo. Es imprescindible tener a alguien así en la furgoneta, y más para los momentos tan complicados que estamos viviendo. Es un sectario de Apple y a veces es muy pesado con ello, pero realmente se hace de querer.

Luis es el niño, el loco y al que hay que enseñarle un poco lo que es la vida. Me gusta hacer de padre de él, aunque a él no le guste. Le reñimos constantemente, pero también sabe que lo hacemos con cariño. Me parece, de lejos, el que mejor se mueve en el escenario de la banda. Este viaje nos ha tenido más de un día con el corazón en vilo, se tropieza con la raya de un lápiz, se mueve cual espantapájaros y se asusta al extremo siempre que se le despierta.

Luego está Jorge, un tío con un carácter muy fuerte (como el mío) un orgullo bastante estricto y un trato a las personas, a veces, mandón y desagradable (en cierto modo me he visto reflejado en él bastantes momentos en esta  gira). Eso es lo que algunos pueden ver a primera vista de él. Yo, he aprendido a ver mucho más. Es la persona más luchadora que he visto jamás, lo arriesga todo por lo que cree, no decae en ningún momento (aunque la situación dejara k.o. a cualquier otra persona) Las cosas no están saliendo bien y él sigue luchando por cumplir su parte. Yo no quería ir a Bucarest y el insistía en que Ciconia debía cumplir el contrato y pasara lo que pasara, ir a tocar a todos los sitios que estaban planeados. Tiene un corazón muy grande, casi tan grande como el de Aleix, y aunque sé que cuándo tenga la oportunidad me va a dar la patada (pues es una banda que aspira a lo más alto y ello conlleva aprovechar poder estar con las grandes discográficas europeas) Sueño con que ese día no llegue nunca, y podamos alcanzar el sueño que es Ciconia, juntos. La banda, en estos momentos, me parece tan mía como suya. Sufro como ellos, vivo como ellos y cada bolo que montamos sé que no tienen techo. De hecho, cuándo dicen de hacerse una foto para subirla a face, y salen “solo” los cuatro, me da algo de tristeza. Soy un romántico.
 

Ojala y ellos lo vean igual que yo.

Pozarevac – Bucarest. THE ODISSEY


POZAREVAC – BUCAREST. THE ODISSEY

A levantarse. Esta mañana tenemos que llevar la p**a furgoneta al taller del serbio que nos miró ayer el motor de arranque.
Como siempre, desde que nos introdujimos en los países tercermundistas estos, nos es bastante complicado encontrar el destino. Lo encontramos. Era la casa, dentro de unas parcelas, del “mecánico” Empezamos bien.

 
Se pone a arreglar la furgoneta y esto se nos tradujo en 4 horas y media de espera. Al principio bien, luego desesperante y ya en la recta final de la espera, me pongo a jugar al fútbol con el hijo pequeño del mecánico (a lo cual se van uniendo los demás) Empezamos a echar unos centros, con la obsesión de hacer remates de cabeza, Aleix logra darme uno cojonudo, pego un salto enorme hacia atrás, pierdo el equilibrio y me meto la ostia del siglo al caer en grava y piedra. El resultado final de la espera son magulladuras, y dolor de espalda y muñeca. Al menos solo fue el momento del golpe.


Furgoneta operativa, 90€ (hiper barato) y comienza la gran decisión. Ir a Bucarest (8 horas según el gps) llegando de chiripa a las 23.00 (cuándo hay que estar a las 21.00) y haciendo que ello nos haga recorrer más de 800 kilómetros al día siguiente (hacia Budapest) o directamente ir a Budapest, pagarnos la noche de hotel nosotros y al menos descansar un día la mente.

Yo opino ir a Budapest, Jorge a Bucarest. Así es que… Hacia Bucarest.  

Poca historia tiene el viaje, salvo que acompañamos el Danubio durante la mayoría del trayecto, y la furgoneta no dio ni un solo problema. Es más, no iba la calefacción y por lo visto, el serbio,  también se la arregló. De conductor Aleix, y de copiloto junto a mi, Jorge (Técnico). 

Llegamos a las 23.00 como esperábamos y nos encontramos con la ostia más extrema. Toca Behemot en Bucarest ese día, por lo que imposible tener público en la sala. 6 personas había cuándo entramos (y eso que tenían dos teloneros) y el dueño de la sala nos cuenta que había recomendado a Nick que no fuésemos a tocar, ya que estaba Behemot y la furgoneta nos iba como nos iba. Nick no nos dijo nada. Todo lo contrario, nos escribía diciendo que no podíamos cancelar el concierto y que teníamos que llegar al bolo a tiempo.

Sinceramente creo que es lo más fuerte que nos ha pasado, y han sido unas cuantas. El propio dueño de la sala, siendo ya las 00.15, un martes con Behemot tocando en otra parte, nos dice que no tocásemos pues era muy tarde para realizarlo. La banda insiste en realizarlo, pero se ven en la obligación de cancelarlo. Recogemos después de todo y el dueño de la sala nos indica para llegar al alojamiento. Su casa.

 

Nos acostamos a las 02.00, y nos ponemos la alarma a las 06.00 para poder llegar a tiempo al bolo de Budapest (Hungría) de mañana. (14 horas de furgoneta)

 Lo de Ciconia, a día de hoy me parece extremadamente increíble. Su magia, su fuerza  y su profesionalidad extrapolan lo nunca antes conocido. Si fuese Blackjack quiénes estuviésemos girando, mañana me volvía a España con toda la pena. Ciconia sigue soñando con la posibilidad de que lleguen los bolos buenos, con 100 personas y petando la venta de merchandising. Si no es esta gira, se que muy pronto lo conseguirán.

 

miércoles, 22 de abril de 2015

GIRA EN TERRENO HOSTIL


En estos momentos, estoy tirado en la cama del hostel en Pozarevac (Serbia) Anoche terminó nuestro paso por Serbia.

 RUMBO A BOSNIA

Tras desayunar y tocar un poco el piano que "Pepe" tenía en su apacible casa rural (casa rural repleta de fotos extrañas, hij@s denud@s y mobiliario infantil que chocaba con la idea de que estaban estudiando fuera, como él nos comentó...) ponemos rumbo a los países con más conflicto de la gira.

Decido conducir yo, y tragarme el puerto extremo que íbamos a afrontar. De primeras la furgoneta no arranca, echa un humo blanco acojonante y aunque logramos ponerla en marcha minutos después, había nacido el germen de algo muy grave.

Como digo, decido conducir yo... He hecho muchísimos kilómetros, con turismos, furgonetas, pseudo camiones... y nunca he vivido algo igual. Repechos extremos en los que me veía obligado a meter primera, mientras tenía a Jorge (Ciconia) tocándome los cojones con el "baja marcha, sube marcha, mete tercera...", con el termostato a full y teniendo que activar un ventilador auxiliar para no salir ardiendo. Al final alcanzamos una explanada donde abandono por los siempre jamás el conducir esa furgoneta del infierno.
 

Tras pasar por Eslovenia y Croacia, llegamos a la frontera de Bosnia. A los gastos comunes de una gira, hay que añadir (como dije en la anterior entrada) los impuestos que los países.
 
Nos piden los pasaportes y nos bajan de la furgoneta. Estoy huele feo. Nos piden que abramos la furgoneta y solo nos damos cuenta de que la cosa va bien cuándo el guardia nos dice “¿Torres?” “¿Fernando Torres?” Además, decir que pudimos mear ese día en 4 paises diferentes, que también mola. 

Con el de hoy comenzamos una serie de conciertos de kilómetros infinitos, carreteras nefastas y un cierto halo bélico durante todo el trayecto.

Llegamos a Tuzla, nos cuesta la vida encontrar el garito (aun teniendo la calle) Me bajo, le pregunto a un tendero y me indica la situación exacta. Vamos a la sala y me encuentro con un bareto de mínimo escenario. Sale el dueño a la calle para indicarnos donde podemos descargar… a 100 metros de la sala. Paliza de la ostia, para comenzar a montar, probar, etc.

 Comienza el bolo y tenemos aquello “petado” de gente. La verdad es que el bolo con mejores sensaciones de la gira, hasta que nos enteramos que la entrada es gratuita (nada de llevarnos dinero contante y sonante) y que al cambio, el merchan es carísimo (como sucedería las 2 fechas siguientes) por lo que no se vende nada de merchandising. Un bolo cojonudo pero 0€ de ingresos.

Nos llevamos la invitación a la cena, unas cuántas cervezas y dormir en un teatro. El teatro tenía unas habitaciones cutrecillas (que tendrían para los artistas) y en la que dormimos Aleix, Jorge (técnico), Luis y yo, aparte de parecer que acababan de hacer una bacanal en el lugar, había un pestuzo a rata que nos quitó el sueño hasta que ya el cuerpo dijo basta.

 
CAMBIAMOS DE BANDO. SERBIA. 2 NOCHES

Salimos de Bosnia deseosos de alcanzar algo más civilizado. Era sobrecogedor ir por las calles de Tuzla y ver los edificios disparados.

De todos es sabido el conflicto extremo entre Bosnia y Serbia, y eso en las fronteras y aduanas se nota. Frontera de salida y frontera de entrada, en el que nos vuelven a bajar, inspeccionar y preguntar bastante. Una vez mola, pero cuándo en tres días lo hacen 3 o 4 veces (contando los policías que nos paran por la carretera) ya empieza a tocar un poco las pelotas.

Llegamos al hostel de Subotica. Descansamos, nos echamos una siestecilla y aprovechamos el wifi (el gran tesoro de esta gira) Cuándo llega la hora acordada de prueba, nos dirigimos a la sala. Un sitio cuánto menos extraño, metido en un callejón y con una bajada de escaleras bastante oscura.

Una vez dentro, decenas de cuadros eróticos, con pinturas de mujeres masturbándose, o tangas en forma de diablo y demás historias. Los sillones eran de cuero de color rojo y negro (entre otros diferentes que también había). No había duda, aquello tenía que ser un prostíbulo (aunque no lo averiguamos) Comenzamos  a montar y a preguntar a los teloneros las típicas “¿Se espera mucha gente?” “¿Qué tal pinta la noche?” y nos dicen que allí, en Subotica y el resto de Serbia, se gana unos 200€ de salario base y la entrada costaba 10€…Lo que viene siendo un equivalente a cobrar 40€. Una cagada más de Prog Sphere. Gracias.

Cabe destacar que el tal Nick, nos dijo que era de Serbia, precisamente de Subotica. Hablamos con él por Messenger (ya que nadie tiene su teléfono en el mundo) y nos dice que es de Serbia pero vive en Turquía. La verdad que para el interés de todos mejor que no hubiese aparecido por allí.

Como era evidente, no fue ni dios. Habíamos tocado fondo, estábamos flipando con la nula organización de la gira y sobreviviendo el ánimo entre todos y con algunos retazos en bolos que si que albergaron público apoyando.

Nos vamos a dormir al hostel con el ánimo bastante decaído. Habían sido dos bolos seguidos con 0€  (uno petado de gente y otro vacío) y el de mañana no pintaba mejor.

Madrugamos y nos ponemos rumbo a Pozarevac. Ayer la furgoneta volvió a dar problemas durante el trayecto y hoy no iba a ser distinto. La furgoneta no hacía contacto. Lo que nos faltaba.

Nos bajamos una vez más a empujarla y logramos arrancarla. Jorge empieza a temer que tendría que llevarse a un taller. (Ya por la mañana nos mandaron un mecánico, amigo de la banda telonera, para echarle un ojo)

Con un miedo de pelotas a parar el motor y no volver a arrancarlo llegamos a nuestra segunda ciudad serbia. Aparcamos, tras tener que buscar de nuevo la sala (aquí, no vale solo con tener la calle y el número) y nos dice que hasta las 20.00 no puede abrirnos (eran las 18.00) Aprovechamos para ir a la oficina turismo y comentarles lo de nuestra furgoneta, por si conocía un mecánico o un taller. Increiblemente en 10 minutos llegó un mecánico, nos dijo lo que tenía (traducido casualmente por un serbio que había vivido 3 años en Madrid y hablaba español a la perfección) El karma, dentro de lo malo, estaba de nuestra parte. 

Logramos poner en marcha, una vez más, la furgoneta para ponerla junto a la sala, una vez más el ritual de cada noche (descargar, montar, probar, buscar algo de cenar…) y de vuelta a la incertidumbre. 5 personas en la sala… nos disponemos a comenzar a las hora prevista (las 22.00) y nos dice el de la sala que esperemos hasta las 22.30. Le hacemos caso y llegan más. Unas 20 personas, las cuáles encantadas con el bolo, se hacen con merchandising de la banda  (con el precio adecuado, esta vez sí, a la situación del país) y piden fotos y autógrafos de la banda.

Hablamos con el dueño del garito para pedirle la pasta de la entrada y nos dice que no nos da nada. Nick y él habían hablado unas condiciones: o la banda se quedaba la entrada o se le daba alojamiento. No nos lo podemos creer y nos enseñan los mails. Prog Sphere no nos había dicho para nada eso, y aunque se vendió algo de merchandising (que utilizamos para poder desayunar la expedición al día siguiente) alcanzábamos la cifra de 3 fechas seguidas a 0€ y más de 1.000 kilómetros realizados para ello. El dueño nos da a elegir, y decimos que preferimos el hotel después de todo.

Nos vamos jodidos al hostel que teníamos reservado.  Intento trabajar algo pero el cansancio y la tristeza me pueden. No estaba siendo, para nada, una gira con la que aprender algo ni para la banda ni para On Fire.

 

A dormir, pues mañana por la mañana nos espera ir al taller a que arreglen la furgoneta y más de 500 kilómetros hacia Bucarest.

 

 

lunes, 20 de abril de 2015

Desconcierto en Austria


Despertamos en Pavia, con un día de lluvia torrencial. El buen sabor de boca de anoche nos hace coger la carretera con ganas.

Ponemos rumbo a Klagenfurt (Austria), donde pensamos que todo va a ir cojonudamente, y más teniendo en cuenta que los países del centro/norte europeo son los que mejor resultado suelen dar a las bandas.

Tras pegarnos un buen viaje de 500 kilómetros, pagar pegatinita (a lo largo de la gira habrá que pagar impuestos al llegar a las diferentes fronteras) y echarnos unas risas con nuestros nuevos acentos italianos, llegamos a una ciudad fría, sin gente por las calles y con una sala que, al menos por fuera, parecía una vivienda más.

Tras localizar la sala, primera anécdota del día: dos vueltas de manzana para buscar aparcamiento, tras lo cuál decidimos meterlo en una especie de parking que había junto a la sala (que tenía barrera, pero se abrió por sensor, al poner la furgoneta frente a esta)... Vemos que no hay manera de pasar del parking a la sala con los trastos y decidimos salir... La decisión fue rápida, pero lograrlo... Las barreras no se subían y estuvimos unos 15 minutos dando vueltas hasta que ya logramos cruzarnos con el seguridad de allí y nos abrió. Parecíamos Paco Martínez Soria y cia.

Logramos pasar la odisea parkingtil y nos introducimos en la sala. Una vez más, ACOJONANTE. Es increíble lo que hay en Europa a nivel de salas. Lo dije en la entrada anterior y lo reitero y reiteraré en cada una de las entradas. Además, en la sala, tras la prueba de sonido, nos encontramos con una cena de reyes en el camerino... ainss...

Pero al igual que las salas siguen siendo increíbles, llegamos sin conocer condiciones, si tocarán solos, donde dormiremos... Esto está siendo bastante tenso, las "hojas de ruta" (dirección de la sala y YA) llegan por la mañana, al despertarnos. En Austria no sabemos donde dormimos hasta que acaba el bolo, no sabían que tocaban solos y no sabían que el 50% de la recaudación se lo llevaba la sala...

Al final de la noche, 100€ aprox. entre dos. Palmada de pasta de la ostia. Nick (Prog Sphere) es el empresario del año. Aparte de su trabajo de mierda, nadie tiene su teléfono (ni tan siquiera los dueños de las salas) Bolo tras bolo siempre hay algo que sale mal, un puñetazo en el estómago que nos hace plantearnos a On Fire, tener que pensar, antes de lo que creíamos, en dar el salto a Europa.

Al menos, "Pepe" (el dueño de la sala) nos lleva a una casa de montaña, preciosa, en la que nos espera unas camas y un calorcito cojonudo, y que tras despertar nos acoge un desayuno al nivel de la cena en la sala. Un placer haber tenido esa respuesta por parte de la sala, y más con la bajona que llevábamos encima.



A nivel underground, nada ha cambiado... Las bandas emergentes siempre serán y seremos el pastel que se reparten las mafias y chupópteros de la música.

Un bolo más, un sonido de la ostia, pero un público mínimo, y una organización de mierda...

Pronto el "éxito" en Bosnia y el ostión en Serbia...

ADIÓS ITALIA, ADIÓS...

Esta tarde ya hemos dicho adiós a Italia, aunque fue anoche cuándo (en Pavia) Ciconia lo dijo con mayúsculas.

Para ser exactos, el bolo no fue en Pavia, sino en una comarca muy cercana. Y aun así (el ser una "comarca") fue flipante la sala, el público y el trato del personal. Si algo estoy/amos aprendiendo en Europa es la calidad extrema de las salas con las que nos encontramos. Y gratuitas. A ver si vamos aprendiendo...

El día empezó bastante bien. Veniamos de una noche en la que el promotor europeo solo reservó alojamiento para 4 y tuvimos la suerte de poder meter 3 personas en el mismo hostal (una especie de cortijo a 70km de Milan muy bonito, la verdad) Como yo me incorporé el último... me tocó la mejor habitación (jajaja) 3 camas para mi solo. Mola.

¿Por dónde iba? ¡Ah, Si! Nos levantamos y derechos a Pavia, con lluvia y a buscar un Carrefour (por segundo día consecutivo) para mangiare algo.

Llegamos a la sala, y lo primero que te encuentras son ilustraciones tamaño gigante de Steve Harris, Ronnie James Dio y Aerosmith.. entre otros. Lo dicho... tenemos que ir aprendiendo.

Terminamos la prueba y nos sirven una cena cojonuda. De primero macarrones y de segundo salchicha con patatas. Os aseguro, que aun llevando dos días de gira con Ciconia, me supo a gloria, jajaja...


La noche continuó con un bolazo del "copón", yo anotándome cositas para el futuro europeo de On Fire, con una venta de merchan importante y con la despedida de Italia, sus bandas, y el buen trato recibido. Y sobretodo, duermiendo 7 en un alojamiento que se reservó para 6... Seguimos acumulando cagadas de organización...

Las 04.00 aprox, y con el despertador puesto para las 07.30. "Mu rico"

Hoy estamos apunto de comenzar el bolo de Austria, con unas ganas acojonantes. Se presume difícil la noche. Tocamos solos, y se cobra 7€... a ver si hay suerte.

Un saludo!

jueves, 16 de abril de 2015

EN BUSCA DEL WIFI PERDIDO... MILAN Y PAVIA


Parecía más fácil en mi mente...

Estamos en Pavia (Italy) y logramos tener un wifi estable con el que poder comunicarnos con nuestra gente. Esta noche despediremos Italia como es debido. Mañana Austria.



Barajas... 08.00... Y trabajando los últimos minutos aprovechando el wifi, antes de embarcar. Tras un vuelo con las rodillas deformadas, llamo a los Ciconia, y quedo con ellos en el centro de Milan. Vuelvo a aprovechar el wifi del aeropuerto (esta vez el de Milan) para terminar de mandar un par de hojas de ruta y retocar algún cartel atrasado... Esto es un jodido "no parar".

Llego al centro, me tomo el primer capuccino del viaje y espero a la gendarmería. Horas después me veo en una sala cojonudísima (con un sonido espectacular) que forma parte de un pabellón multiusos enorme. La cosa pintaba bien... muy bien.

Por lo visto, lo de llegar tarde no es solo cosa española... Tras esperar una hora a que llegaran los responsables de la sala, nos disponemos a descargar, montar y demás... Acompañados de cerveza, Pepsi y agua, me dispongo a conocer a la banda que ha teloneado a Ciconia en las fechas italianas. Numph son los Anathema de Italia sí o sí y como personas, increíble el cariño y la simpatía que desprenden.


Tras el montaje, nos disponemos a cenar... "oh! no hay cena, ni más bebidas" Aun con lo pactado con Prog Sphere, en Milan no hubo cena, por no hablar de detalles algo escabrosos respecto al alojamiento (ya haremos entrada para explicar estos detalles, cuándo tengamos tiempo, ya que va para rato)

El bolo... Comienza tarde, poco público (sobretodo con lo que esperábamos) y bastante cansados por el trajín de estos días, tanto ellos con la gira, como yo con los trámites. Aun así... BOLAZO Increíble el sonido y la calidad que atesoran en directo. Ciconia supo salvar los papeles y ofrecer al poco público lo mejor de sí.

Termina el bolo y comienza la polémica... Aparte de tener que pagar 200€ de sala (que no se les dijo antes de comenzar la gira) les dicen que han de pagar lo equivalente a la SGAE de Italia. 180€ por banda. Los pelos de punta recordando a Jorge gritando "No pay!" "No pay!" Fue un momento muy tenso, pagar todas esas cosas nos hacían palmar pasta, y todo por la falta de información extrema.

Como buenos españoles... no pagamos.

Briconsejo de hoy: antes de tocar por Europa, informaros lo mejor posible respecto a todos los temas legales de autores y demás, porque os podéis llevar el susto que nos llevamos nosotros anoche.

Con el mal sabor de boca, nos marchamos al hotel, no si antes pasar por un kebab (costumbre albacetense rules!)


Esta noche Pavia, todo vuelve a pintar cojonudamente (como los dos primeros bolos) A ver como despedimos Italia gente.



martes, 14 de abril de 2015

PREPARADOS... LISTOS...


Cuando uno tiene toda la ilusión del mundo por llegar lo más lejos posible, no tiene en cuenta muchas de las zancadillas y los problemas que se le presentan.

No importa que el promotor europeo, te modifique el 75% de las fechas, por diversos problemas, ni saber dónde vamos a dormir ciertamente cada una de las noches... Ni tan siquiera los horarios y condiciones 100% claras en los diferentes conciertos...

Tampoco importa, a nivel individual, que tengas que faltar a los dos primeros bolos de la gira porque tienes un juicio de un despido que ocurrió hará más de 6 meses. Tampoco que estés envuelto en otras giras nacionales, promoción de bandas, y la organización del On Fire Metal Fest 2 (con el último problema de que el señor Fortu prefiera las varias decenas de miles de €uros en Supervivientes a cumplir con sus contratos musicales) y tengas que adelantar faena de un mes, para embarcarte en esto.



Ayer lunes me desperté con la mirada puesta en Massa (Italia) Ya el domingo llamé a los chavales y me dijeron que iban por La Provenza (Francia)... después de cagarme en la p**a por la llamada internacional (pensaba que aun no habían pasado la frontera) les deseé lo mejor de cara al este inicio.

Como decía... el lunes Massa, juicio de despido y papeleo. Me levanto y tras trabajar en asuntos de On Fire a tope, me voy al juicio de mi despido. Nada que contar, salvo que no llegó a haber juicio. Me costó lo mío, pero no hay que dejarse engañar por la derecha de este país. Al final todo lo que pedía (lo que me pertenecía, ni más ni menos) aprobaron dármelo sin rechistar.

De ahí, derechos a la policía local para hacerme el pasaporte. No sabía (y eso que suelo viajar bastante) que necesito dicho documento para países europeos (Bosnia y Serbia, por ejemplo) por lo que menos mal que me lo dijo Ciconia a tiempo, ya que me veía tirado en la carretera a mitad de la gira. No hubiese molado nada.



Me saco el pasaporte, y a casa a comer. ¡Macarrones! Mi padre y mi hermana me acogen mi última comida en casa, con mi comida favorita.  Toda una premonición, pues el inicio de gira es en Italia.

Seguimos tramitando cosas... y llega el primer bolo de Ciconia. Pronto hablaré con ellos en persona, para tener más detalles, pero por lo poco que me pudieron decir por whatsapp, se dio genial. 100€ + merchandising + alojamiento cerrado (seguro que lo petaron con el merchan, como vienen haciendo en la gira nacional)

Hoy tocaban en Vercelli... han tenido que tenerlo jodido con el wifi o el currele, porque no sabemos nada de ellos, ni en privado, ni por las redes...

Mañana Milan... y yo con ellos.

https://www.facebook.com/onfirepromo

VENTE A EUROPA


Todo comenzó un mes de Octubre... Por aquel entonces empezamos, On Fire, una campaña de búsqueda de bandas para encarar el 2015 con el máximo de faena y calidad posible. Una de las bandas fue Ciconia (de entre Baja California, Koakzion, Psychosound y Ghost Trip)

Recién fichados por nuestra agencia, Ciconia se veía envuelto en una apuesta extrema con tres agencias trabajando con ellos al máximo. Por un lado Metal Booking, agencia inglesa que llevaba a bandas como Dream Evil, Tarja, Yngwie Malmsteen... que logró que Roy Z masterizara alguno de sus temas... De Europa se encargaba Prog Sphere Promotions y de España y la representación de la banda nosotros.

Pasan los días, muchas conversaciones y Jorge (Ciconia) me pide que viaje con ellos de cara a la gira europea. Lo pienso dos segundos, y le digo que SI.

En Enero comienza la gira española, y bolo tras bolo se acrecienta la amistad y esa sensación de que ambas partes acertamos de lleno la una con la otra. Mientras tanto, Metal Booking se quita de la estela de Ciconia, y Prog Sphere Promotions nos hace llegar una gira europea que poco tendría que ver con la que acometeríamos meses después.

Llega Abril, pasa Semana Santa, y tanto Ciconia como On Fire ponemos la vista (sin desviarla de España) a plantar la primera semilla de ambos en el viejo continente.

Decir que hay ganas... es poco